Amores Peludos

Amores Peludos
Uno de mis amores peludos

31 octubre 2010

Biografía

Ellos fueron míos o yo fui de ellos? todas mis mascotas

Cuando vuelvo la vista hacia atrás puedo recordar con claridad a muchos amigos que estuvieron conmigo en las buenas, las malas y las peores, recuerdo algunos momentos con mucha claridad y otros muy vagamente. Cuando recuerdo los buenos momentos, revivo ese dolor en el estómago provocado por las risas, o mariposas,  el calorcito de un abrazo, correr en el patio de mi abuela, o simplemente pasear con mi padre.
Sin embargo, en este archivo de los buenos momentos, no puedo excluir a los instantes en los que corría con mis perros, o cargaba a mi gato, las cosquillas de mi hámster, o incluso las bromas (de mal gusto) que muchas veces hice con mascotas no tan comunes. Recordar a cada Amor Peludo, (plumudo o escamoso) me genera una satisfacción similar a tener el sol de frente en un templado amanecer y me hace recapacitar en la pregunta del millón de dólares: ¿Yo los tuve o nos tuvimos?, ¿Yo les daba amor y cariño a ellos o ellos a mí?, ¿Acaso fue bidireccional el amor?
Biografía animal
La primer mascota que tuve, según mi padre, (porque yo no lo recuerdo) no radica en mi memoria, más bien en fotografías viejas. Ese pobresito animal, que dicen que no dejaba en paz con cariñitos, apretones, jalones y demás fue un gato… su nombre, no lo recuerdo, sólo sé que el gatito vivía en la casa de la madre de mi mamá.
A quien recuerdo, también vagamente, en mi archivo de niñez es a “Perla”, fue una perrita, desconozco su raza, era pequeñísima (igual que yo), negrita, de ojos grandes y húmedos. Tengo vivo el recuerdo de buscarla bajo los muebles y de llamarla en el patio. Gracias a una fotografía no la olvido. Detallaré en próximas entradas a cada uno de los integrantes de mi propia lista de amores peludos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario