Amores Peludos

Amores Peludos
Uno de mis amores peludos

12 noviembre 2010

EL CHATO

Gracias a “Chato” tuve mi primer acercamiento al mundo de los roedores, que parecen muy poco gracioso a las mujeres en general.
“Chato” llegó a casa en una bolsita de mano azul (en esas en las que metes la refacción cuando trabajas) la llevo una novia de mi padre (hoy su esposa). Según ella, un ratón se entró a su casa y cuando le quiso dar un escobazo (típico) para aniquilar al pobre ruidoso, el boom!, el zaaas!, el pow!... lo vio diferente. Se podría decir que hasta lindo lo vio.
Como pudo, sin tocarlo, lo llevó a nuestra casa. Mi papá, que es veterinario, le sacó de dudas y le explicó que era un hámster (no eran comunes  o famosos estos animalitos, en esos tiempos, en donde nosotros vivíamos).
Sucede que una niña shute coincidió en el mismo espacio de la consulta veterinaria y no hubo más que dárselo, aunque fuera un extraño tipo de ratón.
Unas cuantas docenas de mordidas después “Chato” se acostumbró a mis manitas, mi pelo y mis apretujones. Aunque tenía su jaula de vidrio, de día solía andar conmigo, entre alguna bolsa del suéter o prendido, del pelo o de cualquier sitio.
El malcriado “Chato” padecía de considerarse familiar de Houdini. Perdí la cuenta de cuántas veces se me escapó y cuántas veces lloré pensando que le había perdido.
Lo gracioso, fue que conseguí un método INFALIBLE para recuperar a “Chato” cada vez que se escapaba.  Mi técnica, poco ortodoxa, incluía a “Sam” mi Pastor Alemán.
...

Recuperando al Chato.
Pasos:
Primero, descubrir que el bandido de “Chato” ya no estaba en su jaula.
Segundo, llamar a “Sam”.
Tercero, darle a oler el tronquito en el que dormía “Chato”…
                          oler, oler, oler y
Cuarto, Dejar que mi perro “Sam” encontrara al Houdini roedor en los lugares más insospechados de la casa y regresarlo a su jaula.

Este método lo usé innumerable cantidad de vez, todas exitosas.
“Chato” estuvo conmigo como 5 años (aunque mi papá jura que fueron dos) me abandonó por viejito y por gordo. Guardo buenos recuerdos de mi dientudo amigo.

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