Amores Peludos

Amores Peludos
Uno de mis amores peludos

06 diciembre 2010

DÍA GRIS

Hoy fue uno de esos días, en los que te preguntas: ¿Por qué a mí?

La sorpresa al despertar, fue que mi amigo de batallas, el casi invencible “Logan” (mi pez ángel) me dejó para marcharse a los mares del cielo de los peces. 
Es, sin dudarlo, la pérdida escamosa que más me ha dolido. No sólo porque me faltará ver esa sombrita negra en la pecera; sino también porque se fue sin razón aparente.
Será otra sepultura en otra maceta, será ya sólo el recuerdo de mi enojón favorito.

La otra noticia desagradable es que “Maya” después de dar a luz a sus 6 perritos está insoportable.  Ha peleado varias veces con “Casiopea” y le dejó la nariz horrible, con cicatrices por todos lados. Debo admitir que el amor había sido más grande, pero hoy colmó mi paciencia la fea callejera…

De la nada, quizá porque voló una mosca, tal vez porque está sensible, o por la razón que fuera mordió a mi pequeño consentido “Chiri”. Una cosa es que se pelee  con otro perro grande, pero otra muy diferente es que desquite sus locuras con un pequeñín de tres meses.

Como la sangre es escandalosa, me asusté muchísimo al ver a mi chiquitín gritando y manchando todo de un color rojo que me alarmó y me llenó de tristeza, ganas de llorar y un enojo profundo para con “Maya”.
Seguí las indicaciones básicas que me dio mi padre para curarle las heridas a “Chiri” y no me queda más que esperar a que lo venga a ver a cas,a y rogarle al cielo, que no le queden cicatrices feas en su linda carita.


Ahora está debajo de la cama, dormido, descansando del susto… Mientras yo trato de solucionar el problema con la malcriada que lo lastimó.

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